Te vamos a contar una historia. Una de las buenas. Que empieza hace 30 años, en una familia dedicada al negocio de la carnicería. En ella, varios hermanos pensaron ¿y si pudiéramos dar un paso más para poder ofrecer un producto único de verdad? ¿Y si fuera posible crear una ganadería diferente? Que se base en el cariño y respeto a los animales de la mejor tradición ganadera. Y que, al mismo tiempo se actualice constantemente, sea vitalista, vibrante, inconformista y con personalidad propia.
Controlar el proceso de principio a fin para tener el mejor producto posible y hacerlo como se debe hacer. Esa fue la idea de la que surgió LA FINCA.
Hemos crecido con los años. Pero lo hemos hecho con conciencia, porque para nosotros el cómo y el qué de lo que hacemos son igual de importantes. Tiene que basarse en el cariño por el ganado. Tiene que ser responsable con los recursos y sostenible. Tiene que tener CALIDAD, así, con mayúsculas. Si no, no nos vale.
Y esta forma de pensar nos funciona: tenemos las certificaciones de bienestar animal más exigentes, somos la primera empresa cárnica en compensar en su totalidad las emisiones de CO2 y no podemos estar más ilusionados con nuestros clientes: particulares, pequeñas hamburgueserías gourmet o los asadores más reconocidos del país.
A nuestro ganado, todo el cuidado del mundo.
A nuestro planeta, protección y futuro.
A nuestros clientes, carne premium para ser muy feliz en la mesa.
Como ves, nos gusta crear, disfrutar y repartir buena vida a todo y todos los que nos rodean. Así que lo hemos convertido en nuestra filosofía.