Conocer las peculiaridades de este rincón de Madrid requiere abrir la mente a un viaje exento de tiempo y distancia, en el que, a través de imágenes y palabras, nos remontaremos a los innumerables arroyos y vallejos con los que contamos.

El más importante, nuestro arroyo, el Corralizo, que discurre a lo largo de nuestro pueblo, abriendo dos barrios: el barrio arriba y el barrio abajo,  o el de la Yunta, el vallejo de Caño Viejo que nos surte de agua la fuente del Caño, o el río que discurre dentro de nuestro término, el Perales, uno de los mejor conservados de nuestra Comunidad, que en su fluir ha labrado sus bellas cárcavas, también zona especialmente protegida por las “Cuencas de  los ríos Alberche y Cofio”  por sus cauces fluviales y sus márgenes como corredores biológicos para la dispersión de especies.

En todos ellos, sus aguas, que nos llevan entre sotos y valles hasta las dehesas que a lo largo del tiempo han sido testigos de la incansable labor del hombre.