Dehesas de historia

Dibujando el mapa físico de Colmenar del Arroyo comprobamos como se alternan las formaciones montañosas, como es el pico de La Almenara dueña del paisaje, testigo de los tiempos y del caminar, con las Dehesas de encinas, que junto con las vegas de chopos, fresnos y rebollos, pinos y retamas, olivos y viñedos, y sin olvidarnos de los Árboles de paraíso, especie única en casi toda la Comunidad, que en primavera sus flores desprende un olor agradable y especial. Y qué decir de los álamos…nuestro Álamo.

Asentamiento de pastores segovianos en un enclave ideal, bosques de encinas u otras especies, en zonas un pelín más elevadas y cerca de zonas de agua, lo que confiere una posición defensiva, pero de fácil abastecimiento en las dehesas.

Dehesas con abundante historia, cuna de primeros pobladores donde pasado el tiempo se encontraron restos de tejas o de huesos que formaron parte de la vida de nuestros antepasados

A la larga, el aprovechamiento de estos territorios de generosos suelos y abundantes pastos, nació un tapiz compuesto por cultivares de secano, pastos de ganado ovino, viñedos y formaciones aromáticas arbustivas de cantuesos y tomillos. En aromáticas, la mejorana y aulaga, entre otros, y el cantueso, que nos da ese olor tan característico la noche del 21 de enero.

Ya sabemos de la excelente calidad de nuestras tierras de labor, gracias a unas condiciones agronómicas idóneas, se ha llevado a cabo un proyecto de reintroducción del garbanzo en toda la zona, a través de “la garbancera madrileña”, con una textura tan fina para el paladar que se puede decir que son “pura manteca”.

Galería de imágenes